sábado, 26 de septiembre de 2015

Barquilleira (Miguel)

"A barquilleira", Parada de Sil.
Neste mural representamos unha barquilleira e unha cesta chea de barquillos. Este obxeto de estaño, parecido a un cántaro de leite e con debuxos feitos con brocha, era onde se transportaban tradicionalmente os barquillos, unhas obleas de fariña de trigo, auga, mel e canela. Na tapa levaba o xogo do barquillo: unha ruleta con números que asignaba un premio aos participantes.
A mediados do século XX era moi común a emigración para vender esteproducto nas grandes cidades (a maioría ían a Madrid), onde anunciaban pola rúa:
"Al rico barquillo de canela para el nene y la nena, son de coco y valen poco, son de menta y alimentan, de vainilla, ¡qué maravilla!, y de limón, ¡qué ricos, qué ricos que son!".
A xente de Parada de Sil saían a despedilos dende os miradores nos acantilados do río Sil, polo que agora se chaman Balcones de Madrid.
A esquerda do mural pintamos unha vista sintetizada do acantilado e superposto o rosetón do espectacular mosteiro románico de Santa Cristina.

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"La barquilleira", Parada de Sil.
En este mural representamos una barquilleira y una cesta llena de barquillos. Este objeto de estaño, parecido a un cántaro de leche y con dibujos hechos con brocha, era donde se transportaban tradicionalmente los barquillos, unas obleas de harina de trigo, agua, miel y canela. En la tapa llevaba el juego del barquillo: una ruleta con unos números que asignaban un premio a los participantes.
A mediados del siglo XX era muy común la emigración para vender este producto en las grandes ciudades (la mayoría iban a Madrid), donde anunciaban por la calle:
"Al rico barquillo de canela para él nene y la nena, son de coco y valen poco, son de menta y alimentan, de vainilla, ¡qué maravilla!, y de limón, ¡qué ricos, qué ricos que son!".
La gente de Parada de Sil salían a despedirlos desde los miradores en los acantilados del río Sil, por lo que ahora se llaman Balcones de Madrid.
A la izquierda del mural pintamos una vista sintetizada del acantilado y superpuesto el rosetón del espectacular monasterio románico de Santa Cristina.


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